TEATRISTAS
María Castaña como espacio de formación actoral
Conversamos con Sonia Daniel y Leo Rey
Con una amplia trayectoria en el territorio teatral independiente de Córdoba, las propuestas del centro cultural están directamente vinculadas a la formación escénica y se destacan por su calidad docente.
Sonia Daniel y Leo Rey, directores y creadores del CCI María Castaña, se postulan a sí mismos como teatreros más que como actores y definen el proceso actoral desde el trabajo y la docencia.
Desde una reflexión que pasa primero por reconocer en el teatro un espacio en el que se puede volver al juego, pues el actor no es sino un niño que no ha perdido la capacidad de asombro y creación permanentes; hasta la convicción de que sólo se puede hacer teatro con mucho trabajo y disciplina. Por supuesto, la recompensa es inmensa. En este sentido, María Castaña actúa como un semillero de actores y muchos de los alumnos que pasan por esta casa se transforman en profesionales con producciones propias y gestiones autónomas.
¿Qué es ser actor?
L: Ser actor es ser Peter Pan, es volver al niño, volver al juego, poder jugar, es permitirse, el actor es un adulto que no creció, que se quedó en el niño.
S: Pero también hay toda una cantidad de técnicas y de procedimientos que tiene que adquirir el actor, tanto desde el punto de vista de lo intelectual como desde lo instintivo. Son muchos años de formación para empezar a consolidarse, para empezar a ganarse la posibilidad de que te digan actor. Nosotros nos sentimos un poco excedidos por el término actor. En verdad, estamos más involucrados con el término teatrista, que es el que dentro de la disciplina del teatro, adquiere muchísimos conocimientos y de acuerdo a eso va profundizando saberes.
L: Teatristas porque somos actores, pero de nuestras obras también somos productores, vestuaristas, escenógrafos, planchamos la ropa, hacemos todo. Estamos vinculados a todo el universo que implica el teatro. Porque a veces se cree que actor es la figura que llega y tiene todo preparado.
¿Por qué se elige a María Castaña como espacio de formación actoral?
S: Al principio, tenemos que ser sinceros, la gente viene en su amplia mayoría, con la fantasía que le venden los medios masivos de comunicación. Vienen a hacerse actores con una proyección de Hollywood o de Buenos aires, quieren salir en la televisión. Pero eso no es en sí el problema, el tema es que eso deviene de la formación que se hace en otro sentido. Sobre todo los más jóvenes vienen con la idea de hacerse famosos, pero en el proceso se encuentran con ellos mismos, con su ser sensible, con su ser creativo y artístico. Entonces ahí recién uno empieza a trabajar con esa persona para involucrarla en lo que es la compleja disciplina del teatro. En la medida que vas ahondando en tu formación vas adquiriendo muchos saberes y te vas dando cuenta cuánto más te falta por saber. Lo que tiene de apasionante el teatro es que todas las disciplinas concluyen en él. Te vas nutriendo de muchas ramas y no se te acaba nunca el caudal de cosas que podés aprender.
L: María Castaña es un gran semillero de actores. Tenemos compañeros, porque ya son compañeros y no alumnos, que se han formado y hoy están trabajando profesionalmente en distintos espacios, con sus propios grupos, acá en Córdoba, en el país y afuera.
S: El tema es que el que empieza a transitar este proceso, empieza a tener más consciencia de lo que significan términos como trabajo y disciplina. Le decimos a los alumnos que no le tienen que tener miedo a esos términos, que no son términos que te coaccionen sino todo lo contrario, te abren las posibilidades de seguir creciendo. Pero eso lleva mucho sacrificio y necesitás dedicar muchas horas de tu tiempo.
Es muy interesante ver el proceso actoral de una persona que emerge como artista, es un momento increíble, y cuando a vos como maestro te toca ver ese momento, es muy emotivo. Vos ves que la persona que se está formando, no está repitiendo conceptos ya dichos porque alguien los dijo, sino que son propios, se le hacen carne. Eso nos apasiona de la docencia.